Cinco maneras de visitar la Antártida

Hace unos días os contaba sobre mi viaje frustrado a la Antártida, lo cual motivó mucho más mis ganas de viajar a aquella tierra desconocida. La primera conclusión es que visitar la Antártida es caro, es muy caro y los costes pueden ir desde los 1.000 euros por un simple sobrevuelo hasta los 30.000 para hacerlo de manera más cómoda y lujosa.

En el 2009 la Antártida recibió la mayor cantidad de turistas desde que comenzaron este tipo de visitas: 50.000 personas y esto provoca una gran controversia sobre el estado de conservación del continente y cómo se puede perjudicar el ecosistema; pero siempre hay alternativas y lo recomendable es buscar la mejor para hacer un viaje inolvidable.

Las opciones son muchas, pero aquí resumiremos las cinco principales por si alguien se atreve a hecr un viaje de este tipo.

Cruceros. Es la opción más utilizada porque pese a poder costar entre 3.000 y 30.0000 euros ofrece una gran comodidad al viajero para atravesar mares realmente agresivos y al mismo tiempo poder descender a sitios tan remotos como las Islas Malvinas; Islas Georgias y la península Antártica. El viaje puede durar entre una y dos semanas y puede partir desde Ushuaia (Argentina) o Punta Arenas (Chile)

Aventura antártica. Union Glacier Camp es la única base privada que existe en la Antártida y se caracteriza, además por recibir a cientos de adinerados aventureros por organizar la, cada vez más famosa «Maratón de Hielo» que consiste en correr hacia el Polo Sur en la carrera más austral del mundo. También desde este campamento privado ubicado junto al Ellsworth Land se organiza una infinidad de actividades como recorridos con esquíes, a pie, parapente o motos de nieve, todo a unos agradables -20º C.

Sólo un día. Desde la ciudad chilena de Punta Arenas salen vuelos hasta la base Eduardo Frei Montalva. Allí se puede pasar todo un día recorriendo las instalaciones de este centro y, si el tiempo y la suerte acompañan, hacer avistamiento de la fauna como pingüinos, elefantes marinos y focas. También se ofrece la posibilidad de hacer noche allí. Dependiendo de la opción se puede pagar entre 3.500 y 5.000 euros.

Veleros. Si la aventura es lo tuyo, estás dispuesto a navegar durante 20 días junto a otras 10 personas y no te atemorizan las olas, la nieve ni encontrarte con bloques de hielo que te pueden partir en dos, el velero es lo tuyo. Es una opción más pequeña que un crucero, con mayores limitaciones pero también mucho más íntima y con un itinerario que se ajusta a cada uno de los gustos, algo que hará variar su precio.

Vuelos. Como es muy probable que no cualquiera tenga unos 30.000 euros para gastarse en un viaje helado, hay una propuesta un poco más económica aunque también un poco menos glamorosa. Habrá que ir hasta Australia desde donde se organizan sobrevuelos a no más de 3.000 metros de altura para hacer fotografías, ver las estaciones científicas y las diferentes montañas del continente. No parece lo más aventurero del mundo, pero su precio lo compensa: entre 1.000 y 2.0000 euros.