Llevo tiempo haciendo mochilas para viajes. En algunas ocasiones he llevado ropa, en otra tienda de campaña y saco de dormir y en algunas, incluso, cargué comida y una minicocina con lo cual después de tantas veces llenando la mochila hoy tengo algunas reglas que sigo casi de manera automática.
Hay viajeros que prefieren viajar con maleta, otros con mochilas y otros alternan, éste último es mi caso dependiendo del viaje y la cantidad de equipaje que lleve. Pero debo reconocer que mi preferida sigue siendo la mochila porque aun cuando cargas con un peso es muy práctica para moverte, no corres el riesgo de romperla, es más fácil subir las escaleras, entre otros beneficios.
Sin embargo, pese a lo bueno que pueda ser llevar mochila, siempre es necesario seguir algunas normas y estas son mis cinco principales guías para hacer la mochila.
Ordena como quieras
Algunos recomiendan poner los calzados al final y las camisetas arriba del todo; otros te dicen cómo doblar la ropa y no olvidar el botiquín de primeros auxilios al alcance de la mano. Mi consejo es más sencillo: debes poner las cosas dentro de tu mochila en el orden que te resulte más cómodo dejando siempre lo que vayas a usar primero o en más oportunidades al alcance. Por ejemplo, si vas a llegar a un sitio y sabes que lo primero que harás es ir a la ducha deja ropa interior arriba, o si tienes unos calzados que no usarás en gran parte del viaje no tienes que verlo siempre.
El 10% de tu peso
No te diré lo que debes llevar o no, eso depende del gusto, las necesidades y el destino de cada uno, pero sí te diré cuántos kilos conviene llevar. Cuando Mirichán contó lo que llevaba en su mochila para el viaje por Canadá y Estados Unidos nos dio un dato sorprendente: el peso que debe tener tu mochila no debe superar tu peso corporal. Este consejo es valioso porque nos cansaremos menos a la hora de caminar y no cargaremos cosas innecesarias.
No hay “por las dudas”
Es normal que cuando vamos a un sitio desconocido no sepamos muy bien qué llevar y a veces para no cometer errores llevamos cosas “por las dudas”. Ese es el primer error ya que un “por las dudas” puede obligarnos a cargar mucho peso y finalmente no lo usaremos. Yo, por ejemplo, en más de una oportunidad cargué cuatro objetivos, flash y otras cosas y al final usé solamente la mitad. Mira bien lo que necesitas y descarta el resto, tu espalda lo agradecerá.
[bctt tweet=»¿Sabías que el peso de tu mochila no debe superar el 10% de tu peso corporal? #mochileros #viajes»]Amárrala en viajes
Hay momentos de nuestro viaje que no estamos con nuestra mochila porque la ponemos en una cinta transportadora para que la metan en un avión o la metemos dentro de un bus. En ese momento lo mejor es amarrar las correas tratando de que no queden partes salientes ¿por qué? Porque una correa puede engancharse con más facilidad y puedes llegar a perder la mochila o a que se rompa.
Cómoda y de tu tamaño
Si aún no tienes una mochila o estás pensando en cambiarla por alguna diferente piensa en tu comodidad y no sólo en el tamaño o el color. Para mi, personalmente, una mochila debe tener correas que se ajusten con facilidad, que tenga zonas de la espalda acolchadas, que tenga una estructura sólida y que tenga un buen apoyo en la cintura porque de lo contrario todo el peso caerá sobre los hombros en lugar de ir distribuído.