Se ve una fachada superior de una casa de piedras muy antigua y al fondo unas banderas del ayuntamiento y una sierra.

¿Y a dónde viajaremos cuando todo esto termine?

Alguien me preguntó ayer a dónde quiero viajar cuando todo esto termine porque se imaginaba que todos iban a querer ir a recorrer el mundo, visitar lugares recónditos y “disfrutar de la vida”.

Yo no tendré (y creo que tampoco la mayoría) una ansiedad loca por ir a esos puntos inverosímiles del mundo.

Volveremos a unas raíces que muchas veces hemos menospreciado en búsqueda de la chincheta en el mapa.

Volveremos a pueblos cargados de humanidad.

Volveremos allí donde los abuelos nos esperaron siempre con un abrazo y un café, allí donde corrimos de pequeños para construir una memoria que se vuelve cada vez más fuerte.

Volveremos a una esencia que nunca debimos dejar de lado.

Dice Osvaldo Soriano que no puedes escribir emocionado. Muy tarde, Osvaldo, ya comencé.

Un cambio de enfoque

Escribo esto un viernes por la noche y, como tu, estoy en casa. Pero me acabo de dar cuenta que no importa qué día ni qué hora es. El tiempo se ha convertido en una línea sin fin con hitos imperceptibles.

¿Y el espacio? El espacio de un confinamiento, como pensaba Wells, no es más que los límites que establezca tu mente.

Me aparecen, como estrellas fugaces, incitaciones a viajes que no puedo ni quiero hacer. Si hoy se terminará todo esto lo que menos quiero, de verdad, es irme de vacaciones.

Quiero salir a la calle, abrazar a mis amigos y decirles a la cara que viajar esta bien, que descubres mundos que disfrutas mucho, pero que quedarte y disfrutar de los que te quieren es el mejor viaje que puedes disfrutar.

Como vivo en Reino Unido llevo varios días encerrado pero menos que tú que vives en España o en Argentina. Aquí comenzamos un poco más tarde pero ya llevo una semana sin salir de casa.

Arol levantando los brazos y mirando a la cámara en una calle pequeña de un pueblito de piedras.

Este tiempo de aislamiento me ha servido para pensar más en las cosas importantes. Me ha servido también para pensar en los viajes, en los destinos que de verdad quiero visitar y en lo que de verdad quiero compartir contigo.

Hay situaciones que, por más increíbles que parezcan, son oportunidades para ver hacia dónde vamos y qué queremos hacer.

¿A dónde quieres viajar de verdad?

Esa pregunta que te acabo de hacer te puede parece una tontería. Pero esconde un significado que puede navegar hasta lo más profundo de tus neuronas y te propongo que lo pienses por un momento.

Asumo que ya lo pensaste y que estás leyendo esto al menos cinco minutos después de mi pregunta.

Creo que nos merecemos como viajeros incansables que somos, poner como primer destino nuestras raíces. Volver a ver a los seres queridos; sumergirnos en esos afectos que muchas veces dejamos de lado por visitar destinos exóticos.

Cuando todo esto termine volveremos a las raíces para dejar de ser extranjeros en nuestra casa.

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Casa en Islandia (imagen solo ilustrativa).

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Arol en islas Shetland mirando a la cámara en una carretera desierta

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Colina muy verde vista desde abajo a los pies de 3 pequeños árboles.

Lo que aprendimos los viajeros

Arol en un puente sobre los canales de Ámsterdam mirando a la cámara un día nublado.

Mientras hacemos tiempo en esta escala

5 comentarios

  1. Quizá sea el momento de replantear de una vez la forma de viajar. Sobre todo los que pretendemos buscar algo más que la foto del álbum. Viajes más tranquilos, con más corazón. O sea, los slow travel

    1. Totalmente de acuerdo contigo Javier, a veces se nos olvidan las cosas importantes. Pero mira, si algo bueno podemos sacarle a todo esto es que nos da tiempo para pensar y recaplantearnos muchas cosas.

  2. Hola Arol! Un artículo muy interesante, ahora mismo creo que es todo incertidumbre y que pasará mucho tiempo hasta que se sepa cuándo podremos volver a viajar con cierta normalidad… pero es verdad que la forma de viajar va a cambiar, esperemos que sea para bien, pero desde luego creo que todo va a ser distinto. Un saludo!

  3. Me encanta este artículo. Llevo viajando muchos años, pero siempre fuera de España. He recorrido muchos países y apenas el mio. Una pena, pues España tiene sitios muy bonitos y con mucha historia. Este confinamiento me está enseñando muchas cosas. Ahora tengo más claro que nunca donde quiero viajar. Quiero conocer realmente el lugar de donde vengo. Quiero escuchar todas las historias que cuentan las personas mayores de mi pueblo para conocerlo de verdad. Tengo amigos que viven en otros países y que conocen mejor que yo mi tierra. Me quedo con la última frase de tu artículo: Cuando todo esto termine volveremos a las raíces para dejar de ser extranjeros en nuestra casa.

    1. Muchas gracias por tu comentario Sara

      A mi me parece una oportunidad genial que estemos sacando cosas positivas de todo esto. Más allá de muchas otras cosas siempre hay cosas buenas. Yo quiero volver al pueblo, pero si me preguntas dos veces un poco de Andalucía no vendría mal ;)

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