Hoy traigo un post que os va a dejar alucinados. Resulta que hemos descubierto una isla muy cerca de Edimburgo a la que sólo se puede acceder cuando la marea está baja. Me pareció tan increíble que me puse la ropa de caminar y convencí a Arol rápidamente para que fuéramos a visitarla. ¿Una isla a la que accedes cruzando el mar CAMINANDO? Teníamos que hacerlo.
Salimos de casa y fuimos en dirección a la Iglesia de Cramond en el autobús número 41. Si no sois residentes en Edimburgo, basta con que le digáis al conductor que os avise en la última parada antes de la playa. Hay un cartel que indica «Cramond Kirk» o Iglesia de Cramond y esa es la dirección que tenéis que tomar. Cuando llevéis cinco o seis minutos caminando os encontraréis efectivamente con la iglesia. Podeís echar un vistazo si queréis, tiene un montón de arte funerario interesante además de unas vidrieras que llaman la atención. Pero no os entretengáis mucho, porque las mareas no esperan al arte.

Seguid vuestra ruta y veréis el mar y una isla a lo lejos. Esa isla es Cramond Island y está comunicada con la tierra por un camino de cemento. Si la marea está baja, podreís cruzar todo el camino y llegar a la isla desde la playa. Pero cuidado: las mareas suben y bajan y no esperan a los viajeros despistados. Afortunadamente, el guardacostas, harto de ir a buscar a turistas a la isla que se habrían quedado encerrados por el agua, ha diseñado todo un panel de información con las horas en las que es seguro cruzar y cuando es mejor que no lo hagáis si no queréis pasar la noche en Cramond Island, donde no hay absolutamente nada aparte de unas ruinas y mucha mucha naturaleza.



Cuando nosotros llegamos la marea estaba subiendo asi que solo pudimos hacer la mitad del camino y tuvimos que dar la vuelta. Hicimos una foto de los horarios para volver próximamente a intentar esta hazaña. Y estábamos a punto de irnos cuando vimos personas caminar en el agua. Usando el teleobjetivo de la cámara de Arol como si fuera unos prismáticos pudimos verles más de cerca: efectivamente eran tres chicos a los que la subida de la marea les había pillado completamente por sorpresa estando en la Isla de Cramond y para volver a la playa de Edimburgo no les quedó mas remedio que remangarse los pantalones y cruzar con el agua por la cintura. Si, amigos: en pleno invierno, con cinco grados de temperatura, tres fornidos chavales dándose un bañito en el mar. Seguro que a estos chicos no se les olvida en la vida la aventura de visitar Cramond Island. A nosotros… tampoco.

Como tanto frenesí nos abrió el apetito y hacía un viento frío de mil demonios, buscamos en los alrededores algún sitio para tomar algo calentito y encontramos una cafetería que tiene algunos sandwiches y scones en el menú también donde nos sirvieron un earl grey y un capuchino calentitos que nos levantó el ánimo enseguida. Cuando terminamos nuestras bebidas, volvimos al lugar de la playa desde donde se ve la isla y nos encontramos que el camino había desaparecido por completo y que la marea estaba engullendo cualquier conexión a la Isla Mágica de Edinburgh. Que apasionante es vivir aquí, sobre todo para vosotros que descubrís secretos inigualables visitando el blog de viajes.


¡Me encanta lo que escribís y cómo lo hacéis!
Yo llegué a cruzar a la isla de Cramond sin fijarme en ese gran cartel. Tras comer en la isla la marea estaba a punto de cubrir el camino. Cinco minutos más y nos queadamos ‘aislados’. A la vuelta, vimos los horarios de las mareas… :D
El viaje a Edimburgo, ¡inolvidable!