El último día que Arol y yo estábamos por Toronto, una ciudad que sin duda nos dejó completamente locos por ella, íbamos cárgados con nuestras mochilas buscando un sitio para comer antes de poner rumbo a Montreal en tren. Cerca del alojamiento de airbnb donde nos quedábamos (la acogedora casa de Isa) encontramos un restaurante que se llamaba «Rawlicious» y que tenía una carta completamente vegana pero además… todos los platos estaban realizados a base de comida cruda. Seguramente todos estamos familiarizados con lo recomendable que es alejar los productos procesados de nuestras dietas… pero comer por sistema alimentos tal y como los encontramos en la naturaleza es ir mucho más allá y capturó nuestra atención de inmediato. ¿Estaría buena esa comida?

Entramos en el restaurante y pensamos que encontraríamos muchos smoothies y poca comida de verdad, pero nos equivocamos radicamente. Arol y yo tomamos un entrante, dos principales y dos postres y ninguno de ellos era un batido de frutas y verduras. Además, todo estaba riquísimo: fresco, con mucho sabor, crujiente y con texturas y aliños que te sorprendían.
Al ser un restaurante crudivegano, no necesitan tener cocina como tal y la comida la preparan detrás de la barra. En vivo y en directo asistimos a como se hacen unas fajitas crudiveganas, un brownie y un montón de cosas más. Y encima de uno de los mostradores tenían un libro, con todas las recetas. Arol y yo lo estuvimos hojeando mientras comíamos y encontramos cómo preparar nosotros mismos los platos que estábamos disfrutando en ese mismo momento. En la contraportada del libro estaba la foto de los autores, una pareja de unos 40 años. Y ahí fue cuando nos dimos cuenta: los autores del libro eran los mismos que estaban preparando y sirviendo nuestra comida!



Decidimos comprar el libro y cuando pagamos, los autores / chefs se ofrecieron a firmarnos la contratapa y hacerse una foto con nosotros. Yo, que debo tener un gen medio japonés, no pude resistirme a darles un abrazo y poner mi sonrisa más cruda para la ocasión. Y nos fuimos del local sintiendo que habíamos hecho mucho más que comer antes de irnos a nuestro siguiente destino: hay que agradecer a la vida que nos ponga cosas tan chulas en el camino.
Viajar te cambia la vida. Entras en un lugar porque tienes hambre y resulta que tienes el privilegio de comer con los autores de un libro que promueven un estilo de comida distinto. Desde entonces, hemos utilizado las recetas en muchas ocasiones en casa y yo ya soy toda una celebridad por mis trufas de coco crudas, que gustan a todo el mundo que las prueba. Si váis a viajar a Toronto, os recomendamos mucho que paséis por este sitio, aunque no seais vegetarianos o veanos. A todos los viajeros nos encanta descubrir cosas nuevas y Rawlicious promete eso y más.

Datos
Nombre: Rawilicious
Dirección: 2122 Bloor St. W., Toronto, ON M6S 1M8, Canada
Web: www.rawlicious.ca
¡Qué historia tan bonita! Me ha encantado. Voy a googlear sobre rawlicious a ver…
¡Vivan los cambios de tu vida dados por viajar!
Un abrazo chicos