Hay quienes la califican como una de las mejores fiestas europeas para despedir el año y son muchos lo que coinciden con eso pues la ciudad de Edimburgo se llena de viajeros cuando se habla de Hogmanay y nadie quiere perderse su tradicional “Marcha de las Antorchas” que dibuja un hilo de fuego comandado por vikingos y que puede verse desde el cielo.

Esto será Escocia, pero no dejan de ser británicos y la puntualidad manda todo el tiempo. Miri y yo, llegamos cinco minutos tarde por el bus que se desvió y nos metimos donde pudimos con nuestras antorchas apagadas pero con ganas de fiesta pedimos fuego al primero que vimos y caminamos entre ceniza que caía sobre los abrigos, humo, olor a pelo quemado y mucho cuidado de que no se nos chamusque algo a nuestro paso.

La llamada “Torchlight Procession” es una marcha que se realiza hace 21 años y que da inicio a las fiestas del nuevo año llamada “Hogmanay”. Básicamente consiste en caminar por la zona más céntrica de la ciudad (comenzando en High Street) hasta llegar a la mítica colina de Calton Hill donde confluyen los caminantes que llevan antorchas y los que van con las manos vacías pero llenos de ganas para ver los fuegos artificiales y cómo se enciende una gran fogata.
La despedida de 2013 fue una de las más grandiosas que se hicieron ya que no sólo se vendieron las 8.500 antorchas, sino que se calcula que los participantes de la marcha superaron las 35.000 personas.

La marcha del fuego
Puntualmente a las 7 de la tarde los vikingos de “26 Up Helly Aa’ Vikings” provenientes de Shetland dieron el primer paso hacia Calton Hill, acompañados 6 bandas con más de 100 gaiteros que le pusieron sonido a la procesión.

La caminata entre antorchas siguió por Princes Street, la más céntrica de las calles y finalmente todos los caminantes llegamos a Calton Hill donde nos esperaban con una gran fogata para quemar los malos espíritus, música para bailar y muchos sitios donde acercar las manos a una llamarada para calmar el frío.

Nuestras antorchas ya se iban consumiendo y como si fuese una vela, se iban gastando y llegando a nuestras manos por lo cual tuvimos que apagarlas casi al mismo momento que una fuerte voz salió de los altavoces para decirnos que iba a comenzar lo más espectacular de Hogmanay: los fuegos artificiales. Nuestros ojos no pestañearon ni un segundo mientras veíamos cómo esas luces explotaban sobre nuestras cabezas y nos confirmaban lo que nos imaginábamos: Edimburgo es una de las mejores ciudades donde pasar la fiesta de Noche Vieja.

Nos habéis dejado claro que Edimburgo es un lugar en los que vivir el fin de año por lo menos una vez en la vida. Debe ser espectacular.
Un saludo ;)
No sabía antes nada de esta fiesta. Parece muy pintoresca:) Otra cosa a mi lista de ¨cosas para ver¨:)Gracias por compartir