Reconozco que no soy la típica turista que llena su nevera de imanes de los lugares que visita y tampoco me suelo comprar bolas de cristal con nieve artificial con los monumentos mas importantes. No me atraen las tazas de recuerdo y tampoco los llaveros y demás parafernalia. No obstante eso no quiere decir que cuando viajo vuelo con las manos vacías ni mucho menos y nuestras dos semanas en Israel no fueron la excepción.
Qué recuerdos trajimos de Israel
Especias
Creo que volver de Israel sin haber comprado especias sería una locura para cualquier persona. Tanto si te gusta cocinar como si no, creo que sería de locos no comprar canela (de las mejores que he probado!), za’atar e incluso azafrán (que es mucho más barato que en España). Nosotros compramos un montón de bolsitas variadas y desde luego que nuestro armario de la cocina nunca ha olido mejor.
El café que probamos en el norte del país nos sorprendió y nos enamoró. Se trata de arábiga con cardamomo, un sabor delicioso que puedes tomar como expresso pero también con un poco de leche, como si fuera un cortado. Yo nunca había probado nada parecido y me aseguré de llevar una bolsa en mi equipaje de vuelta a casa. Con el té sucede lo mismo: el mejor de todos es el de hibisco, que aunque en Europa también lo venden, no tiene punto de comparación. No obstante también tienen sus propias mezclas de tés negros: si te gusta esta bebida lo suyo es probar hasta que encuentres tu combinación.
Dátiles
La mayoría de los dátiles que tomamos en Europa son importados de países de Oriente Medio, entre ellos Israel. Yo nunca había visto unos dátiles secos tan grandes y tan ricos… algunas de las mejores variedades que en Reino Unido cuestan un ojo de a cara (medjool, daglet noir) en Israel son mucho más económicas y están todavía mas deliciosos si cabe.
Si tienes ganas de regatear vas a conseguir mejores precios en los mercados.
Dulces tradicionales de la región
Decir que son típicos de Israel sería injusto ya que en Siria y Líbano también toman los dulces con pistacho, dátiles y finísimas láminas de pasta filo con cabello de angel y otras delicias. Nosotros aprovechamos y probamos unas cuantas variedades mientras paseábamos por la ciudad… pero no se me ocurre un souvenir más interesante, especialmente si tienes que llevar un detalle a algún amigo o alguien de tu familia.
En los bazares de Jerusalén y de otras ciudades encontraras tiendas y tiendas con pañuelos y bufandas. Los hay de todos los precios y todas las calidades: seda, cachemir, algodón, lino… Si te animas a regatear puedes llevártelos a un precio más que competitivo y con unos diseños que sin duda, no encontrarás en Zara en tu ciudad.
Si te interesa mucho ir de comprar puedes hacer un tour muy especial con un artista local que te lleva por rincones poco frecuentado por turistas para que te traigas los mejores recuerdos a buen precio, además de enseñarte mucho más sobre el país.
Hay pañuelos para todos los gustos
Simbología judeocristiana
No hace falta ser judío para comprarte un candelabro de siete brazos y ponerlo encima de tu mueble del salón, al lado de la torre Eiffel. Israel tiene tanta historia y tantos símbolos que es fácil que alguno tenga un significado especial para ti o que simplemente te apetezca tenerlo como recuerdo de tu aventura. En mi caso y como no podría ser de otra manera, me traje un pequeño colgante de la «mano de Miriam» (hermana de Moisés en la religión judía).
No hace falta que seas religioso para tener una simbología judía, también puede ser un buen recuerdo.
Cualquier cosa en hebreo
Creo que estamos muy acostumbrados a las tipografías chinas, japonesas, rusa e incluso árabes. Pero el hebreo no se ve tan frecuentemente y a algunos viajeros puede parecerles curioso hasta el punto de quererse llevar a casa un poster con el alfabeto o su nombre escrito en este idioma. Yo aprendí que Míriam es מִרְיָם
Productos cosméticos y de belleza del Mar Muerto
Si como nosotros tienes la suerte de poner ir pasar un rato de desconexión y relax al Mar Muerto, no te olvides de pasar por alguna de las tiendas y comprarte una crema o cualquier otro producto con minerales provenientes de la zona. Como en el caso de los pañuelos, los hay de todos los precios y variedades: desde jabones sólidos a productos para exfoliar la cara o mascarillas de barro. Ninguno es la cura contra el envejecimiento pero seguro que tu piel quedará más suave que nunca.
Me sorprendió mucho porque antes de visitar el país, yo pensaba en Israel y creía que todo era una enorme zona desértica. Si bien hay una gran extensión árida y seca, Israel produce vino y también aceite de oliva. Si tienes la suerte de que tu país de origen también tenga esta riqueza natural probablemente no te llamará tanto la atención; pero merece la pena probarlos mientras estés y quién sabe, quizá te apetezca llevarte unas botellas a casa.